miércoles, 2 de diciembre de 2009

DÍA I


La noche quiere vernos bailando
que más importa que estar aquí
que siga todo igual, todo igual
tú no me estabas buscando
ni yo te estaba esperando.
Vicio
Sonora de llegar


Lo horrendo, el pánico no reside en la perdida que de ti tengo Amor (te llamo Amor a sabiendas que esto ya no es así), lo horrendo es saber que mi cobardía supera por mucho a mi voluntad.

La ira de todo cuanto me acontece radica en no dejarte!
Hoy leí una vez más tus cartas y en el preciso momento de romperlas, mientras mis manos recorrían el papel y las letras escritas aún resbalaban por mis mejillas como lágrimas, en aquel segundo eterno no pude ejecutar la sentencia.
Me ingresó el temor, el miedo de perder la última de tus presencias en mi habitación, aquellas tus palabras en mis manos.
Tuve espanto y a la vez perfecta claridad para entender Amor, que te odio desde la más oscura de mis heridas, y entender a la vez que pasaría nuevamente por tu valle secreto, incluso sabiendo del dolor. Tuve el pensamiento febril de guardar tus palabras para lo que vendría luego, como si con esto pudiera conservarte al menos en parte (ignoro cuál de todas tus partes).
Como dije antes lo horrendo no es perderte Amor, sino no dejarte ir!

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